Las válvulas de escape en combinación con las de admisión juegan un papel muy importante en el funcionamiento del motor. Ambas regulan la actividad que rodea a los cilindros del motor para que pueda ocurrir una adecuada combustión. En este post, descubre a continuación qué son las válvulas de escape, cuántos tipos hay y la importancia que reviste su desempeño.
¿Qué son las válvulas de escape?
Las válvulas de escape se definen como una pieza metálica que tiene forma de clavo grande y es la encargada de dejar salir los gases generados por la combustión. Por lo general, hay una de estas en cada cilindro, sin embargo, en la actualidad hay motores que presentan más ejemplares.
Al igual que las de admisión, son elementos construidos en aleaciones de acero capaces de soportar las altas temperaturas, la presión y el roce constante. En lo que respecta a su forma es muy parecida, básicamente se componen por la cabeza, el vástago, el asiento, el muelle, la chaveta y guía.
Tipos de válvulas de escape
Las válvulas de escape se caracterizan por trabajar a una temperatura de hasta 700 grados. Por ello, tienen dentro de su formación aleaciones especializadas que le permiten resistir la oxidación y la presión que experimenta en su ambiente. Estas se pueden clasificar de la siguiente manera:
Según el material de construcción
Según el material con las que se encuentran confeccionadas se encuentran:
- Monometálicas: Como su nombre lo indica están compuestas por un solo material. Además, su diseño le permite que tenga facilidad en el desplazamiento y resistencias a las altas temperaturas.
- Bimetálicas: Es un tipo de válvula diseñada con un material resistente al calor (cabeza de la válvula) y un vástago cuyo elemento de construcción tenga propiedad deslizante. La fusión de ambos materiales se realiza por soldadura en frío.
- Hueca: Son usadas para reducir los elevados niveles de temperatura. Se encuentran rellenas con sodio, lo que facilita el enfriamiento ya que transmite muy bien el calor desde la cabeza hasta el vástago, gracias a su efecto agitador en estado líquido.
Según la forma
A pesar de que su diseño tiene una función específica, las que se emplean en la admisión y escape en un motor de cuatro tiempos, por lo regular son válvulas de asiento.
Además, pueden verse alteraciones por parte de los fabricantes, y estas diferencias se evidencian de la siguiente manera: son Planas de gran durabilidad, Convexas para motores de tipo industrial y Cóncavas ideales para autos de competencia por el gran flujo que ofrece.
Funcionamiento de las válvulas de escape
El funcionamiento de las válvulas de escape empieza desde el momento en que se gira la llave al encender el vehículo. A partir de allí, se genera una señal eléctrica que va dirigida al arranque y que a su vez pone a trabajar el cigüeñal. De forma paralela, se pone en marcha el árbol de levas que, con sus giros, hace que funcionen las válvulas del motor.
Una vez que las válvulas de admisión permiten la inserción de aire y combustible de forma casi automática, se da la apertura de las válvulas de escape para que salgan los gases remanentes. El funcionamiento de dichas válvulas es constante y se da a altas temperaturas, de manera que es importante que su estructura posea mayor fortaleza que las de admisión.
De manera conjunta, las válvulas de admisión y escape permiten la obstrucción de secciones de flujo y propician la regulación de los fluidos, mientras se da el intercambio de gases. También, permiten el cierre total y hermético de los cilindros, disipan las altas temperaturas y facilita la expulsión de los gases al exterior.
Importancia
Como en todo motor, las válvulas de escape son de gran importancia para el desempeño del vehículo. Su función principal es permitir, regular, controlar e impedir el paso de los gases generado como consecuencia de la combustión. En este caso, son instrumentos de control que permiten un funcionamiento de forma fluida.
Por otra parte, son las encargadas de mantener un control térmico, apoyando otras funciones del sistema motriz. Por tal razón, ante una falla de estas se puede experimentar alteración en la compresión del motor, fuga de gases, fallas en la combustión, consumo de combustible excesivo y falta de sincronización en el motor.
En conclusión, las válvulas de escape son el complemento de las de admisión y tienen un excelente desempeño en el proceso de combustión. Trabajan de forma sincronizada y son de gran efectividad.
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